En fuera, llueve. En dentro, eso no le importa.
Aún más dentro nada se mueve. El cosquilleo den las piernas tornó a dolores hace diez y lleva veintitrés sentada en el retrete.
Mientras escucha el bajar de las aguas de lluvias por las canaletas y los dolores en sus barrigas crecen, Dolores comienza a ver borrosas las flores den las fenefas en las baldosas frente a ella.
Ahora duele, ahora el esfinter de Dolores duele y sin embargo la nube dentre ella y las flores den las fenefas en las baldosas frente a ella se disipa. Ya puede volver a ver las margaritas agrupadas de a tres en tres sobre el fondo marrón y eso no le importa.
Dolores solo puede el pensar en que el dolor de ese ogete no puede matarla, que tras cincuenta y tres años, un metro cincuenta y tres centímetros alzados sobre el suelo, ochenta y tres quilos ganados de hueso, vísceras, pellejo y pelos un no cagarse, va a acabar con todo aquello. O quizás no, los tres ojos se le atiborran de las grimas…
Dolores aprieta fuerte su mano derecha sobre el canto del bidé. Dolores aprieta fuerte su mano izquierda sobre el borde en la bañera. Cuenta tres y el empuje de su alma sobre el vientre hace que sus nalgas se eleven tan y justo como para que Dolores sienta el despegar sus nalgas del aro plástico del retrete.
Fuera aún llueve. Dentro a Dolores sígue sin importarle.
Aún más dentro a Dolores, aún nada se le mueve.
te entiendo perfectamente en mi etapa Gay ponía que pollas y no me gusta señalar pero corriendo salía Rotor y Bonox a comentar y algún sarasa más . No me los quiero imaginar en un quedada la de pollas que se comerían, pero es un suponer. El quE borra sí que es maricón..........