Hola, bearlivers.
Hoy vengo a contaros una historia que se contará en los cantares de gesta del futuro, interpretados por juglares con la gloriosa voz de Leticia Sabater, la famosa filósofa.
Es una historia de hace un tiempo. Tras la exitosa salida del cómic de Osoman 2.
El problema fue cuando salí de mi casa y una encantadora anciana me habló. Me pidió que la ayudara a cruzar la calle y yo accedí. Por le camino la señora me metía mano
-Señora, mi culo no se toca.
-Es que estas bueno como un pastel de …¿Estás plagiando al Chojín?
Avergonzado, callé mientras su mano retornaba a acariciar mi trasero.
Al cruzar la señora dijo- Gracias, eres mi héroe.
¿Su héroe? ¿Acaso me reconoció y cree que Osoman es mi alteregoso?
Tras esto tenía miedo de que mi hermoso pelaje fuera reconocido por la calle, que la gente se fijara en mí.
Así que empecé a salir por la calle vestido de rana tocando los bongos.
Me giré para encontrarme con una joven que llevaba una camiseta con la portada de Osoman 2.
Su cabello castaño oscuro que caía en mechones desordenados, como si siempre acabara de salir de entre los arbustos. Sus ojos, pequeños y vivaces, tenían un tono ámbar que parecía captar la luz de formas inesperadas, como si escondieran un secreto. Y sus tetas… sus tetas eran enormes, motorboateables y en gran número.
—Me gusta tu camiseta —dije, intentando que mi voz sonara relajada detrás de la máscara.
—¿Eres fan de Osoman? —preguntó ella, señalando su camiseta con orgullo.
Solté una risita. “Si supieras”, pensé.
—Sí, podría decirse que soy muy cercano al autor —respondí, dándole un giro honesto a mis palabras.
La conversación fluyó como un río en primavera. Su nombre era Marta, y resultó que no que también compartía mi fascinación por los cómics independientes y las historias que exploran la vulnerabilidad de los héroes.
-Casi se podría decir que soy ososexual
Parpadeé, complejo.
—¿Ososexual?
—Sí, me atraen emocional y románticamente las almas afines… que sean osos.
Hubo un silencio incómodo antes de que ella se riera.
—Eso es… muy específico.
Su risa fue suficiente para darme el valor que necesitaba.
—Hay algo más que debo confesarte —dije, llevando mis patas a la máscara. Lentamente la levanté, revelando mi rostro peludo y, sí, un poco sudoroso.
Sus ojos se abrieron de par en par.
—¡¿Tú eres ¡Oh!Dios Oso?!
—El mismo —dije, haciendo una pequeña reverencia.
Pero en lugar de emoción, algo cambió en su expresión. Dio un paso atrás, cruzando los brazos sobre el pecho.
—Esto es… demasiado raro. Lo siento, pero no creo que pueda manejar algo así.
Y ahí estaba, en pleno centro de la ciudad, con un vestido de rana y mi corazón roto en pedazos.
Mientras ella se alejaba, sentí el peso de mi fama como nunca antes. Puede que yo sea ¡Oh!Dios Oso, el creador de Osoman 2, pero en ese momento, solo era un oso vestido de rana preguntándose si algún día encontraría a alguien que pudiera aceptar todas mis partes. Especialmente mis partes
te entiendo perfectamente en mi etapa Gay ponía que pollas y no me gusta señalar pero corriendo salía Rotor y Bonox a comentar y algún sarasa más . No me los quiero imaginar en un quedada la de pollas que se comerían, pero es un suponer. El quE borra sí que es maricón..........