Después del fin, cuando las últimas estrellas se apaguen y el eco del último suspiro se desvanezca en el vacío del universo, nos encontraremos frente a un abismo de incertidumbre. ¿Qué queda cuando todo ha terminado? ¿Qué nos aguarda más allá de la línea de llegada, cuando el tiempo mismo se desvanece en la eternidad?
En ese momento de trascendencia, quizás descubramos que el fin no es más que un umbral hacia lo desconocido, una puerta que se abre hacia nuevas posibilidades y realidades que aún no podemos concebir. El fin no es el final absoluto, sino el comienzo de una nueva narrativa, una continuación infinita en la que nuestras historias se entrelazan con las del universo.
En ese espacio de post-finalidad, nuestras percepciones y concepciones del tiempo y el espacio pueden desdibujarse, diluyéndose en una amalgama de experiencias sin límites ni fronteras. Tal vez descubramos que la realidad es mucho más vasta y compleja de lo que alguna vez imaginamos, que nuestras vidas individuales son solo una pequeña parte de un todo insondable.
Es posible que en ese estado de post-fin, nos enfrentemos a la verdad última de nuestra existencia, a la esencia misma de lo que somos y lo que hemos sido. Las máscaras y las ilusiones se desvanecerán, dejando al descubierto la desnudez de nuestra alma y la verdad cruda de nuestra humanidad.
Quizás encontremos consuelo en el hecho de que, incluso después del fin, la vida persiste en formas que no podemos comprender completamente. En el tejido mismo del universo, en la interconexión de todas las cosas, encontramos la chispa de la eternidad, el eco de lo que una vez fuimos y lo que aún podemos llegar a ser.
En última instancia, después del fin, nos encontramos cara a cara con el misterio mismo de la existencia, con la pregunta sin respuesta de por qué estamos aquí y qué significa todo esto. Y en esa pregunta sin respuesta, en esa búsqueda interminable de significado y propósito, encontramos la belleza y la trascendencia de la vida misma. Porque incluso después del fin, la búsqueda continúa, y en esa búsqueda encontramos nuestra eterna renovación y nuestra eterna conexión con el universo que nos rodea.
¿Qué vais a tener después del fin?
¿Aprendisteis algo?
te entiendo perfectamente en mi etapa Gay ponía que pollas y no me gusta señalar pero corriendo salía Rotor y Bonox a comentar y algún sarasa más . No me los quiero imaginar en un quedada la de pollas que se comerían, pero es un suponer. El quE borra sí que es maricón..........
seve de higos