Molinos – Pinkalavera

Molinos

Un nuevo ensayo publicado en catalán sostiene que la obra magna de la literatura española, Don Quijote de la Mancha, se desarrolla en realidad en Cataluña, concretamente en la comarca de Les Garrigues, y no en Castilla-La Mancha.

El autor Pere Coll, médico de profesión, es colaborador del Institut Nova Història, el think tank vinculado al nacionalismo que reivindica la catalanidad de figuras como Cristóbal Colón, Américo Vespuccio, Miguel de Cervantes, William Shakespeare, Nicolás Copérnico, Hernán Cortés o el Cid Campeador, entre otros.

La obra, titulada En Quixot de les Garrigues a les Muntanyes de Prades de Miguel de Cervantes, fue presentada a finales de marzo y se trata de un ensayo literario que pretende demostrar que el punto de partida del periplo que realizó uno de los personajes más célebres de la narrativa hispánica fue La Pobla de Cérvoles, un municipio de unos 190 habitantes ubicado en Les Garrigues.

El itinerario que sugiere inicia en La Poble de Cérvoles, pasa por Vilanova de Prades para llegar a Prades, donde estaría situado el hostal de Palomeque, el hostelero a quien Don Quijote pide que lo arme caballero. Posteriormente, Don Quijote proseguiría sus aventuras en Fanera, Montral y su escondite al pie del Picorandan en Capafonts (Tarragona). En un primer libro, Les identitats catalanes de Cervantes. Cervera o Servent, Coll también defendía que Cervantes era de origen catalán, y se llamaba Miquel de Servent. Su obra fue divulgada por el Institut Nova Història, ente que vivió su etapa de mayor popularidad con el auge del procés independentista.

«No es La Mancha»
Ahora, en una entrevista en el periódico local Som Garrigues, el autor asegura que el Quijote «no está verdaderamente ambientado en la geografía manchega y castellana», sino que parte de ese municipio catalán para vivir sus aventuras en las montañas de Prades. «Las obras literarias del siglo de Oro no se pueden leer aceptando que tal y como nos ha llegado son como el escritor las concibió y redactó», abunda. Es decir, según su teoría, el famoso inicio de la obra cumbre de la literatura española de ‘en un lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme‘, sería solo un ejercicio retórico.

A juicio de Coll, si Cervantes quería esquivar la censura de la Inquisición española, «debía de usar unas herramientas lingüísticas que le permitiera esconder su mensaje a los inquisidores, pero al mismo tiempo que permitiera también hacerse entender por sus lectores». Para sostener sus tesis, analiza los recursos lingüísticos que Cervantes usaba en su escritura, como son los anagramas, logogrifos y otros juegos de palabras, y deduce que era una forma de disimular nombres propios catalanes. De esta manera, «Paredes» sería en realidad «Vila de Prades» y «Antequera» sería «Anguera», un pueblo abandonado. Y el personaje Ginés de Pasamonte, un galeote liberado por Don Quijote, sería una referencia velada a Gascó de Montcada.

En otras publicaciones, Pere Coll también establece y afirma rotundamente que Calderón de la Barca también era catalán y cuyo verdadero nombre sería Carles Dou Roig de les Barques… o hasta el mismísimo Leonardo DaVinci, cuyo verdadero apellido sería Davinc.

¿No es maravilloso tordo?

 

Link

 

 

te entiendo perfectamente en mi etapa Gay ponía que pollas y no me gusta señalar pero corriendo salía Rotor y Bonox a comentar y algún sarasa más . No me los quiero imaginar en un quedada la de pollas que se comerían, pero es un suponer. El quE borra sí que es maricón..........