FIORA Y EL TIESTO

La niña Fiora Corrías lo supo al sentir del pulverizar las ruedas el agua en el asfalto. Y sabiéndolo que llovía, y como había oído o leído, no sabía en ciencia cierta donde, que ese agua beneficiaba en por demás a las naturalezas, lo sacó al beber de la lluvia.

 

No dudó en el agarrar del tiesto de plástico para que suspendido el tiesto en el vacío del más allá de su ventana bebiera el tiesto de las lluvias. Tenía la ilusión de que al beber de lluvia que de aquel tiesto olvidado en un rincón del balcón durante años del tiesto germinase un algo, una vida, un tanto del tiesto. Para qué si, no un tiesto.

 

El caer se le hacía en eterno y mantuvo sus manos tal y como si aún fuese presente de entre sus palmas.

Eterno es también el descanso de quien lo recibió, el tiesto.

te entiendo perfectamente en mi etapa Gay ponía que pollas y no me gusta señalar pero corriendo salía Rotor y Bonox a comentar y algún sarasa más . No me los quiero imaginar en un quedada la de pollas que se comerían, pero es un suponer. El quE borra sí que es maricón..........