Encuentros familiares con ¡Oh!Dios Oso – Pinkalavera

Encuentros familiares con ¡Oh!Dios Oso

Hola, bearlivers.

Vengo a contaros una historia para que le contéis a vuestros hijos esta noche.

Estaba yo, rascándome la espalda contra un chopo, cuando una hermosa señorita de largos bigotes se me acercó. Llevaba una hermosa capucha y una cestita adorable y parecía algo perdida. Sin darse cuenta, pisó una mierda

-Hola, fermosa dama. Parece que te has manchado ¿Necesitas algo con lo que limpiarte?

-Hola, camarada. Tranquilo, tengo un ejemplar de “Pandemonics” por si necesito papel higiénico.- Acto seguido sacó un libro y procedió a limpiarse con sus páginas arrancadas.

-La gente es muy cerda y no limpia lo que mancha- (Nota mental, tengo que dejar de comer kebab)- ¿Qué hace una muchacha como tú en este bosque?

-Soy Olga Nutrovich. He terminado la temporada de atletismo, representando a la madre patria, y vengo a buscar a mi babushka ¿Sabes dónde está su casa?

-¿Te refieres a la nutria Josefa? Sé dónde vive pero no me acerco mucho porque es un poco rara. Solía hacer ejercicio por su casa pero se quedaba mirando mientras se tocaba, lanzándome besos.

-¡Oh, mi babushka! Está un poco gagá por el vodka pero no es realmente tan peligrosa. Hace eso con todo el mundo.

-Vive en la zona de los olmos. Hay un bar de hidromiel por el camino*guiño**guiño*. Así que te gusta el atletismo… Mi primo Osoin Bolt también compite.

-¡Le conozco! ¿Lo que dicen de los suyos es cierto? No me importaría hacer contigo lo que hice con él…Acabé con la entrepierna destrozada después de estar toda una noche a 4 patas y corriend…

– ¡Sí! Somos muy rápidos. Echemos una carrera a casa de tu abuela.

Y salí corriendo dejándola con una cara extrañada. Y aquí un consejo de vuestro seductor favorito. Tienes que demostrar tus habilidades a las hembras para seducirlas. Normalmente lo haría con mi avanzado sentido del humor y mi intelecto pero supuse que corriendo estaría a la altura.

Una suposición equivocada. Demasiado kebab. Llegué a casa de la abuela con la lengua fuera y tosiendo mis pulmones. Cuando llegué me tuve que parar en la puerta para descansar, pero había llegado antes y eso es lo que importaba.

-Hola, mozo -Dijo una voz carrasposa -¿Eres aquel joven al que conocen como “el oso hormiguero”?

El extraño acento, la falta de dientes y el olor a cebolla eran notorios – Has vuelto para alegrarle la vista a esta anciana. Te veo algo cansado. Pasa a tomarte algo.

-Tranquila, señora estoy bien.

-No seas tímido. Tengo algo de bambú, que he pedido comida al chino.

El hambre y las palabras de Olga me hicieron aceptar. Estuve hablando un rato con ella mientras reponía fuerzas. Tenía el cuarto lleno de cuadros de un calvo y un señor con bigote. Cuando terminé me disponía a salir de la casa pero me empujó contra el borde de la cama.

-Ahora que has comido tú, me toca comer a mí ¿Has oído hablar de la revolución rusa?

Yo me estaba resistiendo asustado cuando oí unos pasos acercándose. Tenía que ser Olga. Si me veía con su abuela así, perdería mi oportunidad con ella y no iba a permitir que volviera a pasar. La tapé con la sábana.

-Veo que eres tan rápido como tu primo. Espero que no lo seas para todo ¿Dónde está mi Babushka?

-No se, ha debido salir a comprar.

Entonces fue cuando empecé a notarlo. Una boca desdentada y una lengua que no paraba de dar vueltas.

Imágenes de Trotsky y Lenin me miraban acusatoriamente ¿Cuándo había aprendido esos nombres? No podía prestar atención a lo que quiera que estuviera diciendo Olga una sonrisa en la cara. Apoyado al borde de la cama, sin sangre de la cintura para arriba. Se acercó y me empujó el pecho a la cama. Se subió encima de mi cara y me dejó sin respiración.

Se notaba que la carrera porque el sabor a sudor y pescado crudo era tan fuerte que me lloraban los ojos.

Y algo cambió. Trotsky y Lenin habían dejado de acusarme para vitorearme. Notaba la fuerza de mil millones de proletarios moviendo mi lengua.

Se aprende mucho de los mayores. Así que esto era la revolución rusa.

“¡Proletarios de todos los países, uníos!” grité mientras todos llegábamos al climax.

Menudo plantel se quedo.

La joven nutria Olga, fluyendo como el volga.

El dios de los osos, con flujo en los ojos.

La vieja Josefa, la cara llena de lefa.

Entonces entro un señora madura con un hacha y camisa de cuadros. Entonces lo ví claro.

-Mirad, yo ya tengo las pelotas como 2 garbanzos y mi ideología trastocada. Nyet znachit nyet. Me voy a mi casa.

Y de camino a mi casa pisé mi mierda.

te entiendo perfectamente en mi etapa Gay ponía que pollas y no me gusta señalar pero corriendo salía Rotor y Bonox a comentar y algún sarasa más . No me los quiero imaginar en un quedada la de pollas que se comerían, pero es un suponer. El quE borra sí que es maricón..........