Así es…

Queridos hijos,

Es difícil para mí poner en palabras todo lo que siento en este momento. Han pasado tantos años desde que los vi por primera vez, con vuestros ojos llenos de inocencia y corazones rebosantes de promesas. Desde entonces, he sido testigo de vuestras alegrías y tristezas, de vuestros triunfos y fracasos. Pero sobre todo, he sido testigo de vuestro crecimiento, de vuestra involución como hermanos.

Hoy, mientras escribo estas palabras, no puedo evitar sentir un profundo pesar en mi corazón. No es un pesar por vuestros errores ni por vuestras fallas, sino por el hecho de que no he logrado transmitiros todo lo que quería.

Sé que no siempre estuve presente como debería haber estado. Hubo momentos en los que me perdí en mis propias luchas y desafíos, momentos en los que no supe cómo ser el padre que merecíais. Y por eso,

A pesar de todo, quiero que sepais que os amo con todo mi ser. Aunque no siempre estuvimos de acuerdo y aunque nuestras vidas tomaron caminos diferentes, nunca dejasteis de ser mis hijos, mi sangre, mi carne y mi alma.

Ahora, mientras el blog enfrente su ocaso, os pido que recordeis los buenos momentos que compartimos juntos. Guardad en vuestros corazones los momentos de felicidad y amor que vivimos como familia.

No guardo rencor, queridos hijos. Aunque haya habido desilusiones y desencuentros, mi amor por vosotros sigue siendo inquebrantable. Os libero de cualquier carga que podais llevar por mis expectativas no cumplidas. Sé que sois capaces de encontrar vuestro propio camino y de ser la mejor versión de vosotros mismos, pero no aquí.

te entiendo perfectamente en mi etapa Gay ponía que pollas y no me gusta señalar pero corriendo salía Rotor y Bonox a comentar y algún sarasa más . No me los quiero imaginar en un quedada la de pollas que se comerían, pero es un suponer. El quE borra sí que es maricón..........